El diésel podría desaparecer a corto plazo
Las motorizaciones diésel tradicionalmente han sido utilizadas para maquinaria pesada, tractores, autobuses, camiones y generadores eléctricos. Las diferentes crisis energéticas que ha sufrido el mundo a lo largo de la historia hicieron que se refinaran hasta el punto que conocemos hoy día y se metieran en el vano de nuestros coches. Sin embargo, esta situación ha hecho que se conviertan en un actor principal (que no el único, ojo) a la hora de hablar de polución y contaminación en las grandes ciudades.
Actualmente el 52% de los coches que circulan por Europa son diésel y dependiendo del país en el que nos situemos será hasta más alto. Sin embargo, la crisis del Dieselgate del Grupo Volkswagen ha hecho que tanto las autoridades medio ambientales como la sociedad general se den cuenta de que no son tan buenos ni tan eficientes como nos había hecho creer la industria del automóvil hasta ahora.
Según Ferdinand Dudenhoeffer, director del Center for Automotive Research (CAR), de la Universidad de Duisburg-Essen el porcentaje de vehículos diésel que circulan por Europa se reducirá del actual 52 por ciento a un 25 por ciento en cuestión de tres años. Esta caída es muy grande para que se de en cuestión de tres años, pero el mercado del automóvil ya está demostrando que el diésel está perdiendo el pulso frente a la gasolina.
Si nos centramos en España, en agosto de este año las mecánicas diésel que circulaban en España eran un 48,3 por ciento del total. Este dato contrasta con el 60 por ciento que obtuvieron de cuota de mercado en el año 2011 y las va situando cada vez más cerca de los valores que se daban a inicios del año dos mil.
Viendo la parte que les corresponde a las marcas de coches, la “dieselización” ya no les parece tan rentable. La razón es sencilla y atañe a los costes de desarrollo y adaptación de este tipo de mecánicas a las normativas anti contaminación. Las partículas de NOx que emiten son muy importantes y cada vez necesitan de más dinero para seguir evolucionando y contaminar menos, por lo que algunos fabricantes que antes lo apostaban todo al diésel ahora estén pensando retirar sus inversiones y apostar por otro tipo de movilidad.
Veremos a ver en qué queda todo ello y si el mercado, las autoridades y las marcas trabajan de forma conjunta para darle un final digno al diésel.